domingo, 3 de octubre de 2010

Introducción

Mi relación con el futbol siempre ha sido de análisis y lectura. No recuerdo bien quién lo dijo, pero cuando te das cuenta que no pasarás de ser del montón, que las jugadas de Pelé y demás genios son ajenas por completo a lo que tus dos pies son y serán capaces de crear... la mejor manera de sentirse parte de este juego es hablando de él, analizándolo e imaginando esos goles que jamás podrás realizar.

No voy a decir que desde que nací un balón era mi mejor amigo, empezando porque nunca estuve en equipos de futbol "oficiales" y mi madre rara vez nos permitía ir al parque a pelotear. Las veces que jugaba eran más los balones que regalaba al contrario que los goles que marcaba. A veces me salía algo diferente... pero eran las menos de las veces. Entonces, desde pequeño me dispuse a leer todo lo que encontrara de fútbol, todo lo que pudiera alcanzar.

No recuerdo la edad a la que leí el libro de La historia de las Copas del Mundo, de Orlando Duarte con una sección de Fernando Schwartz... pero leía todas las estadísticas y los resúmenes de cada Mundial. Gracias a éso, hoy sé quién es Stábile, que Leónidas anotó en el 38 un gol descalzo porque así jugaba normalmente en las playas de Brasil, que Ferenc Puskas y su Hungría del 54 era una máquina que solamente Alemania pudo detener, que Rattin salió expulsado contra Inglaterra y se sentó en la alfombra de la Reina... entre otras cosas que en la "vida real" no me son útiles mas que para hacer conversación. Y éso, solamente con seres igualmente enfermos.

Soy Rayado así como soy católico: por ubicación y herencia de mis padres. Algo de importante habrá en que en una utilicé mayúscula y en la otra no. Sin embargo, quiero pensar que con el paso del tiempo he aprendido a separarme de ese apasionamiento que se me hace dañino como seguidor de este deporte. Lo suficiente al menos como para no odiar a ningún club o selección nacional. Es difícil en ocasiones hacerlo, porque entiendo que es parte de lo atractivo de ver el futbol: las rivalidades, las envidias, las revanchas. Lo HUMANO en sí que lo hace tan semejante a la vida misma.

Mi historia no es diferente a la de miles de aficionados al futbol. Y éso también es lo que lo hace atractivo. Es un tema del que cualquiera puede opinar con entera subjetividad, a veces sin argumentos razonables, y pasar horas hablando de él.

Me gusta escribir, me gusta el futbol... entonces por fin después de años hoy me llegó el chispazo de "¿por qué no hacerlo en un blog con esa finalidad?" Soy de impulsos, entonces aprovechando la idea hoy me decidí a hacerlo. Tal vez no dure nada y sea una llamarada de petate más... pero HOY, ¿por qué no hacerlo?

Que hoy al menos se establezca como una posibilidad. Ya mañana veremos.

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