domingo, 24 de julio de 2022

sobre Maribel Domínguez y presuntos acosos

El caso que destapó el periodista deportivo Martín del Palacio sobre la presencia de supuestos casos de acoso sexual dentro de la selección de futbol femenil mexicana sub-20 por parte de algún integrante del cuerpo técnico ha dado pie a que todo mundo quiera opinar al respecto y la postura predominante es la de reclamar que se presente un castigo ejemplar a quien sea que haya sido responsable. Lo cual está bien. Es lo correcto. Ningún caso de acoso debe ser justificado. Son actos que se deben repudiar y hacer lo posible para que no se presenten de nuevo en ningún contexto. 

El detalles es que se ha asumido que la culpable es la por ahora directora técnica de la selección: la ex futbolista Maribel Domínguez. La ola de reproches e insultos no es algo nuevo ni sorprendente en Twitter. Es algo tan común que lo preocupante es que cada vez se ve como algo más normal. Sin embargo, la visceralidad y crueldad expresada me parece hasta cierto sentido desproporcionada. De entrada, se está prescindiendo de la presunción de inocencia que debiera acompañar a cada acusado pero supongamos que sea cierto. ¿Es el primer caso de acoso sexual en el futbol mexicano? Obviamente que no pero la reacción es tan violenta y generalizada que pareciera como si lo fuera. 

El caso de la presunta culpable es particular además porque Maribel Domínguez no es una desconocida para el aficionado promedio del futbol mexicano. Fue una de las primeras futbolistas mexicanas en ser visibilizada y en recibir cobertura en los medios de comunicación. Desde entonces los comentarios y burlas sobre su orientación sexual, su género, su color de piel y su aspecto físico estuvieron presentes. En este momento nuevamente la mayoría de los insultos hacia ella están complementados con comentarios respecto a estos factores.

La periodista deportiva Marion Reimers, entre otras, externaron posturas no de defensa ni de justificación sino cuestionando el por qué ahora se presenta una indignación generalizada y por qué tanta gente que normalmente calla ante casos de este tipo en el deporte en su rama varonil ahora necesita expresar su molestia y su deseo de justicia. Sobra decir que en términos generales las respuestas van en los mismos términos: reprochándole y cuestionando su orientación sexual, calificándola de hipócrita y de "doble moral. No obstante, me parece que sí es necesario cuestionarnos por qué brincamos a conclusiones apresuradas, por qué reaccionamos con tanta indignación y por qué nos es tan importante señalar que los delitos sexuales pueden ser cometidos también por una mujer.

En Estados Unidos, el Centro Nacional de Recursos sobre Violencia Sexual (NSVRC) reporta que una de cada cinco mujeres sufre intento de violación o violación a lo largo de su vida. El 24.8% de los hombres estadounidenses experimentan algún tipo de violencia sexual de contacto durante su vida. Alrededor del 81% de mujeres y el 43% de hombres reportan haber experimentado algún tipo de acoso sexual durante su vida. Un tercio de los casos en mujeres y una cuarta parte en hombres se presentan por primera vez entre los 11 y 17 años de edad. Solamente el 25% de los casos de violación fueron reportados a la policía en el 2018. La prevalencia de casos falsos es baja entre el 2-10%. (1)

En México, el INEGI se encarga de recopilar información estadística y reportó en marzo del 2022 de acuerdo al Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal que el delito de violencia familiar fue el segundo más reportado en el 2020 solamente después del robo. Además presentó un aumento de 5.3% entre 2019 y 2020. Los delitos contra las mujeres (273,903) registrados en carpetas de investigación en el 2020 representan 14.8% del total de los delitos. De estos, 80.4% corresponden a violencia familiar, donde la víctima más frecuente es una mujer. En menor porcentaje se reportan abuso sexual (8.4%), violación simple/equiparada (6.6%), acoso sexual (2%) y hostigamiento sexual (0.7%).

Igualmente el INEGI, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública y Urbana realizada en el segundo semestre del 2022, estima que 16.9% de las personas mayores a 18 años en zonas urbanas fue víctima de al menos un tipo de acoso personal y/o violencia sexual en lugares públicos, presentándose en 24.8% de las mujeres y 7.2% de los hombres y siendo referido en diferentes variantes, siendo la más frecuente piropos o halagos groseros u ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo en un 12.4%.





 Sin embargo, en México de acuerdo a México Evalúa, que es un centro de pensamiento y análisis enfocado en la evaluación y monitoreo de la operación gubernamental para elevar la calidad de sus resultados, se publicó en marzo del 2022 un ejercicio para realizar la estimación de la "cifra negra" o porción de delitos no denunciados o denunciados que no derivaron en carpeta de investigación. Al analizar los datos reportados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) durante el segundo semestre del 2021, encontraron los siguientes datos:
  • Según la ENSU, casi 5 millones de mujeres mayores de 18 años sufrieron algún tipo de violencia sexual durante el segundo semestre del 2021.
  • Los datos del SESNSP del 2021 reportan una proporción minúscula de la incidencia delictiva real y para los delitos de hostigamiento/acoso sexual y abuso sexual, la cifra negra alcanza el 99.9%.
  • Entre julio y diciembre del 2021 se dieron a conocer 5,782 carpetas de investigación a nivel nacional por el delito de violación mientras que la ENSU estima que 371,252 mujeres fueron víctimas de este delito durante el mismo período. Esto significa que en el 97.3% de los casos de violación no hubo una denuncia o no se inició una investigación.

Lo que me parece importante y necesario, dado a la indiscutible desproporción de género en cuanto a ser víctimas de delitos sexuales e independientemente del resultado de la investigación, es cuestionarnos por qué ahora sí y por qué en otros casos no elevamos nuestra voz para reclamar justicia y además de también concientizar por qué acompañamos esos reclamos con cierto tipo de insultos y denostaciones.

Opinar como hombre sobre casos como este se presta siempre a recibir críticas y burlas: ser llamado "aliade", "pagafantas" y CQNTLVAC, por mencionar algunos además de ser calificado como hipócrita o estar realizando un "postureo ético" o "virtue signaling" para quedar bien. Es decir: no es sencillo como hombre hablar respecto a casos como estos porque pareciera ser una lucha que no suma hacia ningún lado. Sin embargo, por más complicado y riesgoso, creo que es más peligroso y dañino quedarse en silencio porque aún en una situación como esta conviene promover mejores comportamientos y razonamientos.

sábado, 16 de julio de 2022

blancos, negros y grises

 Estoy leyendo "Real life", una novela de Brandon Taylor y en uno de los pasajes se encuentra un grupo de amigos reunidos junto al protagonista para tener una cena. El personaje principal, Wallace, es un estudiante de posgrado negro y gay. Su papá, con quien llevaba una relación distanciada, falleció recientemente y, a pesar de su ausencia de tristeza, su experiencia universitaria lo está abrumando y en un momento de angustia, le confesó a sus compañeros que es miserable y que no le encuentra sentido a continuar en su preparación. Las reacciones son diversas entre los que lo escuchan: algunos intentan mostrar empatía, compasión, amabilidad y apoyo. Sin embargo, uno en particular comienza a reprocharle diciendo que, de entrada, sus prospectos de trabajo no serían los mismos sin su doctorado simplemente por ser negro. Además, al venir de una familia de clase baja, es casi una muestra ingratitud ante aquéllos que lo han apoyado económicamente durante su formación. 

La reacción durante ese momento es de silencio. Nadie dice nada. Nadie lo corrige. Nadie le discute.

"Silence is their way of getting by, because if they are silent long enough, then this moment of minor discomfort will pass for them, will fold down into the landscape of the evening as if it never happened. Only Wallace will remember it. That's the frustrating part. Wallace is the only one for whom this is a humilliation."

Al leer esa escena me quedé pensando en una preocupación recurrente mía. Ver el mundo en blanco y negro es la manera más fácil de lidiar con la vida porque permite ejercer juicios de manera categórica ante los diversos dilemas que se lleguen a presentar. Aunque pienso que no deja de ser una reacción incluso infantil y una manera muy simple y limitada de confrontar los conflictos porque el mundo existe en una escala de grises y la mayoría de los problemas no tienen soluciones sencillas, tratar con dignidad a otro ser humano no debería ser visto como algo complicado.

A veces pienso que debatir y corregir no tiene sentido porque es un juego en el que nadie gana. Cada quien tiene su contexto y su formación y, quiero creer, sus principios morales con los que navega en sus interacciones. Quiero creer que la mayor parte del tiempo las personas intentan hacer lo correcto y lo moralmente bueno según su punto de vista. Por ello creo es conveniente brindar el beneficio de la duda antes de confrontar. 

Pienso también y con mayor fervor, no obstante, que permanecer en silencio es convertirse en cómplice. El que se une a la horda que abusa y maltrata y se burla tendrá sus motivos y es muy difícil cambiar por qué lo hace. Pero el que sabe que está presenciando un acto de maldad y decide no intervenir es un cobarde y me parece todavía peor.  Deseo sinceramente no dejar de conmoverme ante el sufrimiento y el abuso y siempre tratar de hacer algo al respecto. 

jueves, 2 de junio de 2022

la crítica

 Se dice, parafraseando, que "el que no sabe hacer, critica" y siempre me ha parecido una crítica muy burda y simplona a los que se dedican a eso. No es que lo recomiende pero, ¿alguna vez han leído una crítica musical en Pitchfork? Hace poco leí un tuit que comentaba al respecto y, argumentaba, "pareciera que escucharon un disco completamente diferente" porque la manera en que se expresan sobre algo tan complejo como lo es la música obviamente puede tener un grado de sofisticación o, si quieren llamarlo así: muy de mamador. Pero la crítica puede ser tan sencilla también como decir "me gustó" o "no me gustó", sin necesidad de profundizar.

Es como cuando se habla de futbol: todos somos directores técnicos de sofá y qué pendejos están todos los demás. No sólo eso: los weyes y weyas que viven de hablar sobre los deportes resultan ser unos estúpidos que no saben absolutamente nada de nada. Los mismos futbolistas que se dedican a analizar o comentar en su carrera post-deportiva terminan demeritando las opiniones de tanto aficionados como analistas porque, pues, nunca patearon un balón ni jugaron futbol profesionalmente. En lo único que todos estamos de acuerdo, aparentemente, es que, como dije antes: nadie sabe nada de nada. A excepción de mí.

La verdad es que determinar por qué nos gusta o no nos gusta algo es sano y es digno de dedicarle el tiempo y el poder de raciocinio. Compartirlo, no tanto pero creo que es algo característico de nuestros tiempos. 

En lo personal, no me gusta ser criticado ni analizado. Más aún: no considero necesario que me digan mis peores defectos o mis taras más grandes ni mis cualidades porque ya los conozco. 

Siempre me han molestado las correcciones a terceros cuando les falta tacto y compasión. Siempre he pensado que las correcciones se hacen a puerta cerrada y con muchísima empatía. Vaya, como te gustaría que te corrigieran o te llamaran la atención a ti. 

El problema es que en este medio no hay mucho espacio para la empatía y mucho menos para la compasión. Entonces ya tiene rato que yo no critico directamente y mucho menos cuando lo que se hace es "malo" desde mi percepción meramente por falta de calidad, whatever that means. Lo que sí critico y creo que es meritorio de señalar es todo lo que se hace con malicia y con maldad, sea o no poseedor de calidad. 

Porque otra cosa que siempre he pensado y que pensaré es que lo único que me parece peor que la maldad es la pinche indiferencia.

martes, 26 de abril de 2022

el autoconcepto, ese concepto

 «Te advierto, quien quiera que fueses, ¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.

Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?

En ti se halla oculto el tesoro, de los tesoros.

¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses».


Siempre se menciona la frasecita de "conócete a ti mismo" del Oráculo de Delfos como un aforismo para alcanzar un grado de sabiduría superior. Como si fuera tan fácil. Creo que es de las cosas más complicadas de lograr y que acaso solamente atisbamos de vez en cuando nuestra realidad, cruda y sin matizarla a nuestro favor. Después de todo, ¿quién quiere ser el malo de su propia historia?


En retrospectiva, puedo ver todas las veces que he hecho cosas que he ido enterrando en mi subconsciente para vivir tranquilo. No han sido cosas tan terribles, me digo a sabiendas que si otro más lo hubiera hecho, no sería tan tibio en mi juicio. Tampoco han sido cosas tan terribles, me repito, porque soy humano y conozco mil historias en las que muchos han hecho cosas igual o peor que las que he cometido. Me repito y me repito y me repito.


Decía Juanga que él no era monedita de oro pa' caerle bien a todos y pues yo menos. Pero cómo quisiera serlo. Por eso me sorprende y me duele a veces enterarme de lo que otros piensan sobre mí. Preferiría no saber, no enterarme, seguir viviendo en mi ignorancia. ¿Qué es lo que dije o hice o escribí o supiste sobre mí que te llevó a pensar mal? ¿Cómo pudiera hacerte cambiar de opinión?


Sin embargo, a estas alturas del partido, prefiero no desgastarme. El infierno es la otra gente y qué sufridera angustiarse a cada momento por lo que los otros piensan. No es que no me duela o no me sorprenda: es que me cala pero trato de convencerme de que no me debería doler para no darle importancia. 


Sin embargo, sé cómo soy. Mas bien: sé cómo quisiera ser. No me han faltado ejemplos o modelos a seguir. Pero no. Soy como soy y así me voy a morir. Parafraseando a Juanga.

sábado, 23 de abril de 2022

por qué no he escrito

Hace mucho que no escribo a pesar de que la gente que me quiere y que me conoce me han alentado a que retome el hábito. Me dicen que escribo bien, que les gustaba lo que hacía y decía y, la verdad, agradezco pero no les creo nada. Lo que sí es que me puse a pensar ahorita sobre por qué no lo he hecho y se me ocurrieron varias cosas.

Principalmente, creo sinceramente que no tengo el talento que quisiera tener. Nunca me ha gustado ser mediocre, al contrario, quiero ser el mejor en lo que hago y, si no lo soy o considero que no puedo serlo, prefiero dejarlo pasar. Reconozco que hay mil cosas mal en esa manera de pensar y este es mi intento de tratar de enfrentar esa manera tan mediocre de pensar. Pero no significa que no lo piense y que no lo sienta. Qué tanto puedo decir que no hayan dicho ya tantos genios de la literatura a lo largo de la historia. Pero, a pesar de ello, aquí estoy.

Otro punto que pensé es que para escribir uno tiene que tener algo qué decir. Con el paso del tiempo he aprendido a ser más reservado y más parco en lo que comparto. Siendo como soy tan asiduo a internet y en los últimos años al twitter, sé que he experimentado una involución en mi proceso escrito. Sé que antes "creaba" más, aunque fueran intentos de modificar fórmatos y de escribir "poetuits" (sic) (ugh). Ahora me limito a comentar sobre acontecimientos, criticar y compartir creaciones de todo tipo hechas por otras personas que me parece que vale la pena compartir. Fuera de eso y aplastar el botón de retuit, creo que no he escrito nada original en mucho tiempo. Probablemente también esté relacionado con el primer punto.

También creo que hay algo relacionado a la visibilidad que uno sufre cuando (se) expone ante un público. Es algo que vemos todos los días y con mayor frecuencia en los últimos años. Todo contenido está disponible para ser criticado y el contenido y calidad de la crítica depende completamente del que la emite y la gente que la emite muchas veces es insípida y/o cruel. Por ello, es frecuente y es fácil encontrar análisis insípidos y otros que se regodean en la crueldad para desbaratar lo que sea que se comenta. 

Finalmente, siempre se ha dicho que "escribas sobre lo que sabes" y he entendido esa recomendación muchas veces como "escribe lo que eres". Antes pensaba con cierta reticencia que la mayoría de la gente tiende hacia la bondad. La burra no era arisca, la hicieron, pues. Mi experiencia moldea mi perspectiva y ahora me parece increíble que alguien pueda confiar en la bondad ajena. El mundo en el que nos encontramos es cruel y apático. No hay transformaciones milagrosas y es preferible esperar lo peor para que el putazo duela menos. Por eso soy muy cuidadoso con lo que comparto sobre mí, sobre mi vida y sobre la gente que aprecio. Por lo menos trato de serlo. Porque sé que lo que soy no soy solamente yo sino también los que quiero y pienso que no vale mucho la pena ni es justo exponerlos.

Entonces, no sé sobre qué escribiré. No sé con certeza si voy a seguir escribiendo. Es algo que tengo que procesar y trataré de hacerlo porque en verdad creo que escribir tiene muchas funciones benéficas para el que escribe y para el que lee. Suficientes para ponerme a pensar por qué no había escrito en tanto tiempo. Suficientes para tenerme aquí hoy escribiendo.