martes, 26 de abril de 2022

el autoconcepto, ese concepto

 «Te advierto, quien quiera que fueses, ¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.

Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?

En ti se halla oculto el tesoro, de los tesoros.

¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses».


Siempre se menciona la frasecita de "conócete a ti mismo" del Oráculo de Delfos como un aforismo para alcanzar un grado de sabiduría superior. Como si fuera tan fácil. Creo que es de las cosas más complicadas de lograr y que acaso solamente atisbamos de vez en cuando nuestra realidad, cruda y sin matizarla a nuestro favor. Después de todo, ¿quién quiere ser el malo de su propia historia?


En retrospectiva, puedo ver todas las veces que he hecho cosas que he ido enterrando en mi subconsciente para vivir tranquilo. No han sido cosas tan terribles, me digo a sabiendas que si otro más lo hubiera hecho, no sería tan tibio en mi juicio. Tampoco han sido cosas tan terribles, me repito, porque soy humano y conozco mil historias en las que muchos han hecho cosas igual o peor que las que he cometido. Me repito y me repito y me repito.


Decía Juanga que él no era monedita de oro pa' caerle bien a todos y pues yo menos. Pero cómo quisiera serlo. Por eso me sorprende y me duele a veces enterarme de lo que otros piensan sobre mí. Preferiría no saber, no enterarme, seguir viviendo en mi ignorancia. ¿Qué es lo que dije o hice o escribí o supiste sobre mí que te llevó a pensar mal? ¿Cómo pudiera hacerte cambiar de opinión?


Sin embargo, a estas alturas del partido, prefiero no desgastarme. El infierno es la otra gente y qué sufridera angustiarse a cada momento por lo que los otros piensan. No es que no me duela o no me sorprenda: es que me cala pero trato de convencerme de que no me debería doler para no darle importancia. 


Sin embargo, sé cómo soy. Mas bien: sé cómo quisiera ser. No me han faltado ejemplos o modelos a seguir. Pero no. Soy como soy y así me voy a morir. Parafraseando a Juanga.

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