jueves, 17 de noviembre de 2011

Pancho Villa vs El hombre chillón

Nota aclaratoria: Ésto lo escribí hace varios años. Espero que no se me juzgue por las tonterías que en algún momento llegué a escribir.


Estoy seguro que si Pancho Villa estuviera vivo en este mundo y por una misteriosa razón recuperara su juventud, quedaría decepcionado del nivel de hombría de los muchachos de ahora. Inclúyome en “estos muchachos de ahora”.

El señor Pancho era el epítome de todo lo que un macho mexicano debe de ser: bravucón, bigotón, peleonero, tomador, líder, sombrerudo, y con sus dos viejas en la silla. Don Pancho llorando, triste por el amor no correspondido, con alma de poeta, contemplando las estrellas pensando en su mujer, en si estará pensando en él, en si estarán contemplando la misma estrella… ¡Qué esperanzas!

Ahora los muchachos somos la antítesis de don Pancho. Y dicen que no debe uno de generalizar, pero cuando se escribe con humor todo es válido (según yo). Ahora todos lloramos, cantamos, nos sale lo poeta, nos pintamos los ojos, nos maquillamos, uno que otro valiente se plancha el pelo, entre más apretados sean los pantalones mejor, entre más andrógino el look más guapo el pela’o, faciales, peelings, manicure y pedicure.

Y no lo niego, tiene su atractivo el ser vanidoso y cuidar la imagen personal de uno. Después de todo, dicen que de la vista nace el amor (aunque también unos dicen que del estómago, pero he visto muchas cocineras muy feas la verdad). Hay muchas mujeres que se fijan en la portada y no en el contenido, entonces tiene sus beneficios cuidarte. También hay a las que les gustan los sensibles…

Y es normal, y es sano cuando es con medida. Pero la sabiduría comercial me ha enseñado que todo aquello que se realiza en exceso adquiere connotaciones negativas fácilmente. Artistas y personas sensibles ha habido en todo el mundo a través de los tiempos. Pero en estos tiempos que atravesamos en los que todo es rápido, en que es fácil caer en el consumismo y demás, yo siento que se ha convertido en un exceso de sentimentalismo masculino.

A lo mejor la comparación con Pancho Villa no es la ideal, porque tampoco se trata de ser retrógradas y despreciar a la mujer. Pero cuando uno nota que los casos de depresión masculina se han incrementado, que el número de hombres que padecen de anorexia nerviosa y bulimia crecen casi exponencialmente… es obligatorio reflexionar sobre un problema que los medios no han analizado lo suficiente a mi parecer:

¿Qué hay de la presión que los medios de comunicación ejercen sobre nosotros y sobre nuestra autoestima? Las mujeres quieren un Brad Pitt, que sepa pintar, declamar, escribir sonetos y además, que pueda realizar los trabajos duros del hogar, que sepa de carros y que sepa cambiar la llanta del carro si se llega a ponchar.

No se pasen de lanza.

Si Pancho Villa estuviera vivo en estos momentos, seguramente se avergonzaría de mí por andar de chilletas y me pondría una buena madrina.

Y posteriormente, entre los medios de comunicación y las mujeres que lo quieren todo, estoy segurísimo que lo dejarían chillando también.