lunes, 16 de abril de 2012

Piermario Morosini y Toto di Natale: Una historia de futbol.

“Es esencial que nos quedemos al lado de la hermana de Piermario de por vida. Nos necesita y queremos ayudar, por ella y por Mario”.

Uno supondría que ya deberíamos estar acostumbrados a la muerte, siendo que se presenta todos los días por millares. Ya se sabe: nacer, crecer, reproducirse y morir. El ciclo de la vida. Sin embargo, siempre nos sorprende y más cuando el que se fue era una persona que, se supone, no debía irse.

Este sábado falleció un futbolista del montón llamado Piermario Morosini. El joven de 25 años jugaba con el Livorno de la Serie B italiana y pertenecía a la Udinese. Sus números no son nada del otro mundo: dos goles en 141 partidos y 6 equipos en 7 años de carrera futbolística. Independientemente de su calidad como futbolista, la tragedia es que se supone que estas cosas no deberían de pasar.

Era un atleta, sin lugar a dudas, por ende la defunción es sorpresiva y alarmante. La información sobre algún factor de riesgo no ha aparecido, pero no es este aspecto de la nota lo que me atrae. Lo que conmueve es lo de siempre: la vida real superando a la ficción.

Morosini perdió a su madre en el 2001, a su padre en el 2003 y poco tiempo después su hermano Francesco, discapacitado, se suicidó. El joven futbolista había quedado solo y a cargo de una hermana mayor, Carla María Morosini, también discapacitada. Mientras estuvo Piermario no le faltó nada: él se encargaba de los gastos necesarios para el cuidado de su hermana. Ahora, con su fallecimiento, su hermana había quedado desamparada.

Ahí es cuando apareció Antonio ‘Toto’ Di Natale. El delantero centro italiano de 34 años tiene 230 goles en 539 partidos. Pertenece a la Udinese desde el 2004 y ha sido el “Capocannoniere” o máximo goleador en las últimas dos temporadas de la Serie A. Capitán de los Bianconeri desde el 2007. Un delantero letal y, ahora lo sabemos, un hombre digno de ser tomado como ejemplo.

El veterano delantero y el joven mediocampista coincidieron en el club durante poco tiempo pero éso no fue impedimento para que ‘Toto’ tomara la iniciativa antes que cualquier otro:

“Era un chico excepcional, lleno de vida, A pesar de todos los problemas que tuvo, siempre estaba a disposición del equipo y cada día nos daba fuerza”.

“Perdí a mi madre hace cuatro años, y como él ya había pasado por eso, estaba muy cerca mío. Ver por televisión lo que le estaba pasando fue un shock. El quiso levantarse, pero cayó nuevamente. Al ver eso, lo único que puedes hacer es pedir al Señor que te de una mano”.

“El quería vivir mucho y encontrar el éxito, para él, por su familia que no tenía más y por su hermana


"Mario era como un hermano para mí, le apreciaba de modo especial porque era un chico estupendo que había sufrido mucho. Su hermana lo era todo para él y por eso he pedido a todos los capitanes de la Serie A y de la Serie B que la ayuden. Nosotros como club ya hemos decidido colaborar en el cuidado de la muchacha”.

Vivimos en un mundo en el que el cinismo y el pesimismo reinan. Se prefiere hacer hincapié en lo negativo, en lo escandaloso y en lo superfluo. Da gusto ver que, ante la iniciativa de di Natale, han surgido numerosos comentarios de apoyo de clubes y futbolistas dispuestos a ayudar a un compañero de profesión.

Es una historia trágica con tintes rosas. Una historia que también vende. Una historia que, afortunadamente, me hace creer que la Humanidad tiene con qué (y para qué) salir adelante. Aunque sea nada más una historia de futbol.