lunes, 4 de julio de 2016

No eres suficiente

No se trata de lloriquear. No es la primera ni la última vez que te rechazan. Son cosas que pasan y que le pasan a todo mundo (creo).

Te expones, arriesgas, te muestras vulnerable y te dan una patada en el culo. No se acaba el mundo. Convéncete de ello. 

Pasas tus días triste, pensando en qué pudiste haber dicho o hecho para que las cosas resultaran diferentes. Para que ella se enamorara de ti. Para que no se quisiera ir nunca. Sí hay momentos específicos en los que piensas que pudiste haber actuado mejor: ser más maduro, más seguro, más asertivo, más atractivo. Son los menos. La verdad de las cosas es que no hiciste otra cosa mas que ser tú mismo. No se puede fingir todo el tiempo, no se puede aparentar ser algo que no eres todo el tiempo porque no eres Daniel Day Lewis, simplemente eres tú. Tú, con tus virtudes y tus terribles, terribles defectos que algunas personas (las menos) encontrarán adorables y que otras (las más) encuentran insoportables.

La verdad, por más que duela e incomode y parezca injusto, es que el problema eres tú. No eres lo que la otra persona quiere o necesita o desea o busca o todas juntas. No la culpes, eh. Has estado del otro lado del mostrador y entonces no te has sentido mal. Es válido. Se supone que el amor es una cosa que arde, no que sea tibio. Debes -o deberías- buscar a alguien que te haga explotar. No debes -o deberías- conformarte con menos que éso. Conformarse es de pusilánimes, es de mediocres, de deshuevados. Lucha por lo que quieres o espéralo hasta que llegue. Si no llega, ni modo. No era para ti. Que sea lo que sea y todas esas mierdas. Nunca te vendiste a la noción de hacer-lo-que-se-tiene-que-hacer y no cediste en tu intento de tenerlo todo, a pesar de las consecuencias.

Igual es una mierda, eh. Lo intentas racionalizar y entiendes que hay más opciones, que no eres el más guapo del mundo y que lo compensas siendo "interesante" (whatever that means) y que no te ha ido mal. Tampoco particularmente bien pero te ha ido y es mejor que nada. Lo entiendes, sí, hasta cierto punto. Pasado ese punto, deja de importar lo lógico y lo racional porque tú la querías a ella, querías hacer todo por ella y hacerla reír hasta que le doliera la cara, hacerla brincar de emoción cuando te viera, recibir sus abrazos y sus besos y sus palabras y sus caricias y consolar sus quebrantos y lamer sus lágrimas y hacerle un altar y decirle todo lo que piensas y que nunca has dicho y hacerle sentir la mitad de lo que tú sientes nada más de pensar todas estas cosas que pudieron haber sido y que ya no serán. Ojalá fueran. Ojalá quisiera. Ojalá supiera y le importara que piensas todas estas cosas. Ojalá supieras qué decir. Ojalá fueras más que lo que ya eres y fueras más guapo, más interesante, más inteligente, más apto, más seguro, más asertivo, más lo que fuera que fuera necesario ser para que a ella le brillaran los ojos al verte.

No te conformes. Islandia le ganó a Inglaterra. Es irrelevante la trapeada que le puso Francia posteriormente. Lo imposible puede ser. Puedes levantarte de la lona y pegar un golpe de suerte. Puedes ser adorable. Puedes hacer que se enamore de ti.

O no.

6 comentarios:

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  2. Woow nunca había leído el desamor así con tanto desenfado, y al mismo tiempo desde el punto de vista masculino, me gusta tu estilo tan visceral por decirlo de algun modo.

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