domingo, 4 de noviembre de 2012

Mis abuelos

Estuve en el cementerio este pasado viernes 2 de noviembre para acompañar a mi mamá a la tumba de su mamá, mi abuela. Esa mujer es/fue mi segunda madre y (a veces) creo en el Cielo, en Dios y en la vida eterna por ella. Primero, porque una persona tan buena y santa merece una recompensa por vivir así. Segundo, porque he rozado la muerte en varias ocasiones y he salido indemne, al menos físicamente, sin merecerlo. Me gusta pensar que es porque mi abuela tiene un puesto importante allá arriba. Me gusta pensar que está bien.

Estábamos sentados en el pasto, en silencio, cuando pensé en voz alta. "¿Cómo se conocieron mis abuelos?" Mi madre habló.

Todas las mañanas tomaban el mismo camión rumbo a la escuela. Se veían pero no se hablaban y tampoco coincidían en la escuela. Él tenía 18 años y mi abuela 17. Imagino la escena repitiéndose día tras día, sin alteraciones y sin que mi abuelo hiciera algo. Sobra decir que en el mundo aquél todo dependía de lo que él hiciera. 

Entonces coincidieron en una fiesta. Mi abuela con una amiga, platicaba alegremente sin percatarse de la presencia de él. Su amiga lo señala y dice: "Ahí viene aquel odioso a sacarme a bailar. Me cae bien mal el hermano de Amparo". Lo observaron acercándose. No sé si caminaba con seguridad, si el tiempo sin animarse le había infundido valentía o si la desesperación era demasiada. Lo que sí sabemos es que se acercó a ellas, saludó respetuosamente y le pidió a mi abuela que bailara con él. Lo que también sabemos es que lo que le encantó a mi abuela de él es que le hablaba de usted. Lo que sabemos es que escuchaban juntos la canción de "Morenita mía". Sabemos que escuchaban la letra diciendo "Conocí a una linda morenita", y él le decía: "Ésa eres tú". Que escuchaban "Y la quise mucho", y él le decía "Así te quiero yo". Que escuchaban "Por las tardes iba enamorado", y él decía "Así vengo siempre". Que oían "Y al contemplar sus ojos", y él decía "Éso son los tuyos". Sabemos también que el hermano mayor de mi abuela lo odiaba, que le impedía verlo, que le hacía la vida de cuadritos. Sabemos que siguieron juntos 11 años de novios para luego casarse y envejecer juntos. Sabemos que mi tío abuelo, el que lo odiaba, se reía y le decía a mi abuela: "¿Ves? Por éso se las puse tan difícil: para que les fuera bien"

Sé que envejecieron juntos y que la primera vez que vi llorar a mi abuelo Ito fue cuando falleció Ita, mi abuela. Sé que el 4 de diciembre del 2000 se fue una parte importantísima de su vida, tal vez la más. Sé que gracias a ellos aprendí que el amor es una fuerza redentora, trascendente, lo único que importa. Sé que cada 4 de diciembre a mi abuelo se le rompe un poco el alma por estar lejos de ella. 

Por sobre todas las cosas, sé que quiero un amor así en mi vida.


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