lunes, 14 de marzo de 2011

El Diez no es Dios


Parafraseando a Roberto Gómez Junco, analista de Televisa Deportes: puesto que se dice que son incomparables, es necio entrar en comparaciones.

¿Pero cómo no compararlos, cuando las similitudes son demasiadas? Tantas, al menos, como las diferencias que los separan.

Empecemos con las similitudes. Ambos son argentinos. Ambos son zurdos, aunque bueno, uno más que el otro. Los dos han sido capitanes de su Selección, aunque de nueva cuenta: uno más que el otro. Los dos son de estatura baja. A pesar de que no juegan siempre como delanteros nominales, tienen una cuenta de goles destacada.

Salvo la pequeña gran diferencia de que el siguiente gol uno lo anotó con su Selección en uno de los partidos más simbólicos en la historia de los Mundiales de futbol y el otro lo anotó en un partido de la Liga española sin mayor trascendencia, el gol de Lionel pudo ser fácilmente relatado por el mismo Victor Hugo Morales.



Con las mismas condicionantes, podemos encontrar un símil de la famosa Mano de Dios. Claro está que uno ha sido crucificado y tachado de las peores cosas que se le pueden imputar a un ser humano, y el otro (hasta el momento) es el niño dorado del futbol internacional, incapaz de cometer pecado alguno.




Es que a pesar de ser tan similares, son bastante diferentes. Aunque parezca que Messi está destinado a caminar el sendero ya marcado por Diego, él lo quiere caminar a su manera. Una manera más discreta, menos conflictiva, más inspiradora, por decirlo de alguna forma.

Los dos son prodigios del futbol desde pequeños. La diferencia es que Diego permaneció en Argentina, ascendiendo paulatinamente, y Messi ni siquiera jugó en Argentina: a los 16 años estaba debutando en el primer equipo del Barcelona F.C.

Diego, a los 17 años, tuvo que tragarse el coraje y la humillación que le significó ser relegado del equipo argentino campeón del mundo en 1978. El DT César Luis Menotti a pesar de verle grandes condiciones, optó por dejarlo en casa, algo que el Pelusa jamás le perdonó.
Con la misma edad, Messi fue convocado para el Mundial del 2006. Si bien no fue titular en todos los juegos y no jugó en el partido en el que Argentina fue eliminado contra Alemania, recibió la oportunidad de foguearse.

En plenitud de facultades, Diego llegaba a España '82 con el peso de ser favorito. Maradona había sido contratado por el Barcelona, era considerado una de las figuras del futbol mundial y se esperaba mucho de él. Argentina avanzó a la segunda ronda, en el que en formato de grupos fue eliminado al caer ante Italia y Brasil. Diego salió expulsado en el último partido, y a pesar de las expectativas, Argentina regresaba a casa decepcionada.
En el que se esperaba fuera su Mundial, en Sudáfrica, Messi no pudo hacer gran cosa. Se mostró participativo, buscaba generar, pero no pudo anotar gol. Argentina avanzó a la segunda ronda, donde dio buena cuenta de México... y cayó estrepitosamente 4-0 contra Alemania de nuevo. También a él se le responsabilizó del fracaso argentino, porque venía de tener una campaña formidable con el Barcelona.

Ahora bien, aquí unos números:

LIONEL MESSI

MARADONA

Partidos con club

255

588

Goles en club

172

311

Partidos internacionales

76

115


Goles internacionales

29

47


Goles Totales

201

358

Partidos Totales

331

703


Como pueden ver, Messi a sus 23 años está aproximadamente a la mitad de los números de Diego. Si no ocurre nada catastrófico en cuanto a lesiones, en unos cuantos años lo rebasará, con la gran posibilidad de que lo haga con creces.

En cuanto a palmarés Messi lo ha ganado todo con el Barcelona a nivel clubes, de nueva cuenta, con la gran posibilidad de incrementar los trofeos en sus vitrinas dada su juventud. Maradona no brilló tanto en Europa no por la falta de capacidad, sino por el equipo en el que pasó la mayor parte de su carrera europea.

El plantel de aquél Napoli no tenía la calidad del Barcelona actual. A pesar de que Careca, Carnevale y Bruno Giordano tenían nivel internacional, no eran ningún Xavi o Andrés Iniesta. Ese Napoli era movido por Maradona única y exclusivamente, además de que se enfrentaba contra los poderos equipos del norte de Italia que estaban plagados de figuras.

En su 2º mundial, Diego consiguió levantar la Copa del Mundo. Ese equipo argentino no tenía ninguna figura aparte de él. Como ejemplo anecdótico está la declaración del Negro Enrique, el jugador argentino que tocó la pelota en ese gol antes que Maradona: Si no hacía ese gol después del pase que le di, era para matarlo”. Maradona recorrió en la jugada 60 metros y el pase de Enrique fue de apenas cinco metros.

Queda por verse si las estrellas se alinearán de nueva cuenta y Messi continuará en la emulación de su ídolo. La posibilidad es latente, pero yo la verdad lo dudo.

La diferencia más contundente entre los dos futbolistas es de carácter, un imponderable del futbol. Messi tiene el mismo o más talento que Diego, y éso ya es mucho decir. Anota goles de todas maneras, define con la zurda, de derecha, de cabeza. Juega y hace jugar a sus compañeros. Tiene la ventaja de que él sí puede utilizar su pierna derecha en el golpeo de balón, teniéndola más educada que Maradona.

Pero ese carácter que el potrero construyó en Maradona, esa rabia y ese deseo de mostrarse, de luchar contra todos, de no quedarse callado, de enfrentar a los grandes y escupirles en la cara, esa soberbia y amor propio que le impedían sentirse inferior... éso no lo tiene Messi, y éso no se compra ni se consigue con inyecciones de GH.

Nada me gustaría más que siguiera los pasos de Maradona... pero sinceramente, ¿cuándo ha declarado o hecho algo que lo califique como un jugador líder?

No... Messi juega como nadie en el futbol actual, pero él es solamente parte del engranaje.

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