martes, 2 de noviembre de 2010

El 50 del 10



Hablar de Diego Armando Maradona para el común de la gente es como hablar de la Iglesia, de las drogas, del aborto. Asumo que el lector está familiarizado aunque sea "por encimita" con la historia de Maradona, sus inicios, sus triunfos y sus demonios... entonces esto no será un intento más de biografía.

Tampoco va a ser una apología, porque ya antes la hizo Sacheri (Me van a tener que perdonar) y la hizo bien. Entender lo que representa para los argentinos es algo que el resto del mundo podemos imaginarnos pero jamás comprender. Los pueblos latinoamericanos hemos sufrido por circunstancias similares, pero creo que para ninguno el futbol es algo tan importante como para nuestros hermanos argentinos. Entonces, un triunfo tan contra todos, tan rabioso, tan lleno de rebeldía, tan con la cara al frente, con tanto orgullo y con tanto coraje... repito, apenas podemos imaginarnos lo que representa.

Entonces no es sorprendente que le perdonen todo. Tantos errores cometió y sigue cometiendo, pero esos años llenando de magia (perdón por el lugar común, pero no hay otra palabra) las canchas lo tienen puesto en un pedestal inalcanzable, impoluto, lejos de todo juicio.

Ahora bien, si le preguntamos a los ingleses todo cambia. Tomemos en cuenta que la relación Inglaterra-Argentina está lejos de ser la más cordial del mundo. En el mundial del '66, el capitán argentino Rattín, se encargó de enfurecer a toda una nación. La multitud lo despidió entre gritos de "Dago" (sudaca) y burlas. Si él encendió esa rivalidad, la guerra de las Malvinas lo convirtió en asunto serio.

Es fácil entender qué cosas tienen importancia y cuáles no. En la guerra se perdieron vidas de muchachos argentinos que fueron enviados por su gobierno en un afán político reeleccionista. Rendirse, y perder una isla que es poco más que un pedazo de roca fue algo de importancia.

El partido del '86 entre los dos seleccionados, no tiene importancia. Pero como dijo Arrigo Sacchi, "el futbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes." Era una revancha. Minúscula, sin consecuencias... pero una revancha al fin de cuentas. Por éso, los argentinos lo idolatran y los ingleses lo califican como un tramposo, como un drogadicto, como un cínico.

Y las maneras. El primer gol fue para demostrar que sí, era un cínico. Pero el segundo, para los argentinos... el segundo, para los ingleses... fue algo que culminó el cisma. No se puede demeritar algo así. No se puede dejar de valorar.

Que cometió errores, los cometió. Demasiados, y los sigue y los seguirá cometiendo. Que solamente en Argentina se le perdona todo, se le glorifica, se le mima y se le venera (literalmente... ahí exista la Iglesia Maradoniana), es cierto. Pero de qué otra manera se puede tratar al héroe, al ídolo de la casa, al más querido de todos los hijos.

Y no deja de ser un patrimonio de la humanidad futbolera. No se puede hacer menos su talento, su "bronca" contra todos y contra todo, su afán de brillar, de llegar hasta lo más alto.

Hablar de Maradona es hablar de algo polémico. Hay gente a favor y hay gente en contra. Para los expertos de la FIFA, el mejor jugador de todos los tiempos es Pelé. Para el pueblo futbolero, Maradona ganó la votación.

La historia de Diego es una historia pura de futbol. Y es el más triunfador de los rebeldes. Si Diego no hubiera ganado ese campeonato (porque lo ganó... solo), no sería una figura tan mítica. Pero lo tenía que ganar. Para ganarse su lugar en la historia aunque las autoridades no quisieran. Para demostrar que las historias de triunfos improbables son las mejores. Para que el niño de Villa Fiorito llegara a lo más alto del mundo.

Lo que pasó después, era lo lógico. Para arriba ya no podía ir.

Hace mucho que se espera su muerte. Sería lo normal, lo esperable. Alguien que ha vivido con tantos excesos, de una manera tan explosiva, sin prestarle atención a lo "normal"... hace años que ya debería estar 6 pies bajo tierra.

Sin embargo, Maradona cada 4 o 5 años sorprende a la gente. No muere. Al contrario, se reinventa. Aparece con unos kilos menos, con una arracada más, ahora canoso, ahora con barba. Y sigue sin poder mantener esa boca cerrada. Opina de todo. No conoce la moderación, y si la conoce, no la saluda ni de lejos.

Ese desparpajo que lo hacía brillar en la cancha, ahora lo mantiene en la órbita futbolera por su sinceridad. Porque podrá ser muchas cosas, pero que dice lo que piensa no se cuestiona, y éso no es tan común como debería.

Este es mi pequeño homenaje para en mi juicio, el futbolista más interesante que ha pisado una cancha. Y para una de las personas más interesantes que existe al mismo tiempo que yo. Felices 50 años, Maradona.

Veremos qué es lo que sigue. Creo que todavía le queda algún truco en la chistera.


// como addéndum:

Amigos me reprochan que sea tan "Maradoniano" siendo él argentino y yo mexicano. Que las drogas, que el egocentrismo, etc.
La rivalidad de Argentina y México es sana, y nos ha dado excelentes partidos hasta el momento. No se guarda rencor por las derrotas, aunque calen. Pero de andar de vengativo y malaleche, jamás.

Lo de las drogas... Maradona fue grande A PESAR de las drogas, no GRACIAS A las drogas. Intenten salir a correr un sábado en la mañana después de ponerse una borrachera de aquéllas, y rendir a un, si no bueno, regular nivel. Así con él, se descuidaba pero a la hora de los partidos nadie lo paraba. No le hacían bien, al contrario.

El futbol no conoce patrias ni colores. Como decía Eduardo Galeano, "Yo voy por las canchas mendigando una buena jugada." Donde la encuentre, de quien la encuentre... la voy a agradecer. No importa si es de un ruso, de un letón, de un francés o hasta de un tigre...

saludos, gracias por sus visitas y si se toman la molestia en comentar, les agradeceré mucho. Se trata de fomentar el debate futbolero. Todo con respeto e inteligencia, el que se enoja pierde.

un abrazo

2 comentarios:

  1. el chicharito opakara a maradona en unos años!!!!!!!! vamos chicharito

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  2. @Anónimo
    jajaja pues ojalá. Lo veo difícil porque le falta "bronca", es demasiado buena gente para generar polémica. Pero ojalá sea el Maradona mexicano, no estaría nada mal.

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