miércoles, 3 de enero de 2018

Boletos de cine

Hace mucho frío. Agarré mi chamarra y me la puse. Salí después a fumar un cigarrillo. Instintivamente llevé mis manos a los bolsillos de la chamarra y sentí en mi mano izquierda unos trozos de papel. Los tomé y antes de tirarlos a la basura revisé qué eran. Son dos papelitos: un boleto de una rifa en la cual no recuerdo haber participado y que sobra decir que no gané. El otro es un boleto de cine para una película que recuerdo haber visto con alguien pero que no recuerdo con quién.

Es algo que hago desde la primera vez que fui al cine con una mujer: guardo el boleto por si acaso. Por si acaso nos besamos. Por si acaso volvemos a salir. Por si acaso nos enamoramos. Por si acaso ese acaso se vuelve una certeza y estamos juntos y formalizamos y planeamos un futuro juntos. Por si acaso ese futuro se vuelve presente y después pasado y continuamos mirando hacia un futuro juntos.

Antes los guardaba en mi cajón donde tengo guardadas todas las cartas de amor que alguna vez alguien me ha escrito. Tengo separados los recuerdos en bolsitas diferentes. Ahí tengo la bolsita de mi primera novia: cartas, boletos, pulseras, juguetitos y dulces que nunca abrí. Ahí está la bolsa de mi última novia también. En medio de ese lapso de tiempo están las bolsitas de algunas mujeres que fueron parte importante de mi vida y de otras tantas que pasaron sin pena ni gloria. Primeras citas que fueron también la última. Boletos de cine de películas de amor, comedias, de terror, de acción. Boletos de cine en diferentes ciudades. Boletos de cine en diferentes cines. Boletos de cine de hace 20 años.

Hace tiempo que dejé de guardarlos todos. Aprendí a reconocer cuáles valen la pena guardar y cuáles no. Algunos van a mi cajón. Otros los dejo en chaquetas, en pantalones, en la guantera de mi carro. Recuerdo haber visto algunas películas pero no recuerdo con quién fui a verlas. Si la noche fue sosa, si la plática no fluyó, si me di cuenta que fue una experiencia que no me interesa repetir, los tiraba por la ventanilla del carro inmediatamente después de dejarla en su casa.

El boleto de cine de la vez que fui contigo sí lo guardé. Por si acaso.

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