sábado, 13 de febrero de 2016

Si me pides que deje todo

Si me pides que deje todo y vaya, lo haré. No inmediatamente. Hay muchas cosas que arreglar antes de dejarlo todo. A veces uno tiene una vida o algo que se le asemeja: trabajo, familia, amigos, hobbies, rutinas, cosas. Tampoco es que sean situaciones que no se pueden abandonar pero a veces cuesta porque empezar algo cuesta. También ilusiona pero éso es otro tema.

Necesito que me lo pidas. Necesito esa motivación y esa sensación de certeza que no se basa en la realidad sino en la ilusión. Es fácil decir "ven", casi lo es tanto como decirte que iré si es que me lo pides.

Si me pides que deje todo, no necesito que me prometas el equivalente en vida para dejar lo mío. No quiero conocer a tus amigos o a tu familia. No quiero que me ofrezcas nuevos hobbies y rutinas. Ni siquiera quiero que te me prometas. Nada más pídemelo e iré. Es un buen trato. Sin embargo, no prometo quedarme. No es que me guste errar sin norte. Tampoco es que desee establecerme en algún lugar. Pasa que ocupo saber que se trata de una elección consciente y al mismo tiempo impulsiva además de mutua. Lo que prometo es que bastará que me digas "ven" o "regresa" para estar ahí aunque sea por un rato, aunque sea para siempre.

Si me pides que deje todo y vaya, lo haré. A lo mejor inmediatamente. La única forma de saberlo a ciencia cierta es que me lo pidas. Después veremos si nos quedamos.

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