jueves, 3 de octubre de 2024

futbol y la identidad

 Desde que tengo uso de razón soy de un equipo porque mi papá era de ese equipo y porque íbamos al estadio a ver a ese equipo y porque no puedo concebir mayor traición hacia mí que dejar de irle a ese equipo del que somos.

Obviamente en el transcurso de mi afición al futbol aprendí a discernir entre los estilos de juego que me atraen y los futbolistas con los cuales me identifico. Aprendí a distinguir entre diferentes tipos de formaciones y de estilos y de propuestas pero nunca me he podido desprender de mi equipo porque soltar eso representaría dejar una parte de mí que es intrínseca a mi familia.

Hubo momentos en que mi papá me obligaba a ir al estadio mientras yo estaba crudo y vomitando y no podía siquiera funcionar pero me quedé varias veces en el carro vomitando mientras mi papá y mi hermano entraban. 

Ahora entiendo que la falla estaba en mí. No íbamos para ver al equipo. Íbamos para ser parte de algo y porque éramos un conjunto y ojalá lo hubiera entendido antes pero ahora lo entiendo porque sé que veo un partido de nuestro equipo y sé que mi papá lo ve. Somos parte de la misma tribu. Queremos que nuestro equipo gane.

A lo largo de los años he aprendido a ser menos tribalístico y a apreciar sin la necesidad de involucrarme. Pero hoy sé que los dos vemos a nuestros Rayados y compartimos ese goce y ese sufrimiento.

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