nunca he podido hablar con mi papá. a estas alturas del partido sé que la mayoría de la culpa está conmigo porque sé que no puedo hablar con nadie si no me apoyo en temas circunstanciales pero siempre he querido poder hablar con mi papá.
el asunto está en que sé que hay un tema donde siempre puedo decirle algo y sé que me va a responder. futbol.
sé que mi papá ama a los rayados del monterrey. soy de los rayados del monterrey por mi papá. si él no me hubiera llevado al estadio y si no me hubiera inculcado el interés por ese equipo, tal vez sería de otro. pero tenemos eso en común mi papá y yo. somos los dos de los rayados y los dos somos parte de un clan y los dos somos uno.
sé que no sé cómo decirle que estoy triste. sé que mis opiniones políticas y sociales son diferentes. sé que tenemos muy poco en común pero los dos somos de los rayados y sé que él sabe y yo sé que, si soy rayado, es gracias y por culpa de él.
la verdad es que ya me importa muy poco si al equipo le va bien. no me importa si ganan o si pierden. incluso sé que puedo vivir sin ver un partido y que me hace bien no saber si juegan. pero sé que si veo un partido, mi papá lo ve también. y que eso lo tenemos en común. durante 90 minutos, los dos estamos juntos. durante 90 minutos, los dos queremos que ganen. durante 90 minutos, los dos de alguna manera estamos en ese estadio donde mi papá me llevó cuando era un niño y los dos teníamos la misma camiseta y éramos uno solo.
hoy busco esos temas circunstanciales donde puedo decirle que lo quiero. cuando le digo, "pa, ¿viste este video?" le estoy diciendo que lo quiero y que hoy, como ayer, tengo la camisa puesta al lado suyo en el estadio viendo algo que nos hace uno.